Todas las cantidades que un comprador de una vivienda de obra nueva aporta a un promotor o a una cooperativa, están aseguradas por un aval bancario o por un seguro. Y lo están hasta que la obra finaliza y se hace entrega de la vivienda.
La normativa establece la obligación para los promotorores de viviendas de tramitar un aval bancario o seguro, que garantice todos los importes que recibe de los compradores durante el proceso de construcción de las viviendas, incluido el IVA, y los intereses legales que se generen desde la aportación realizada y hasta la entrega de la vivienda. De esta manera los compradores tendrán su dinero asegurado para el caso de que por cualquier motivo el proyecto no pueda seguir adelante.

Grupo Impulsa realiza esta gestión en todos sus proyectos.

Para más información puede acudir a la Ley 38/1999, de 5 de Noviembre, de Ordenación de la Edificación, y a la Ley 20/2015, de 14 de julio, sobre la Ordenación, Supervisión y Solvencia de las entidades aseguradoras y reaseguradoras.